La OMS resolvió alentar la lactancia materna limitando la promoción de fórmulas lácteas en la pasada reunión en Ginebra para la Asamblea Mundial de la Salud y la sorpresa fue que funcionarios de Estados Unidos trataron de presionar a remover las cláusulas que exhortaban a los gobiernos en este sentido de proteger, promover lactancia materna y limitar promoción de alimentos sintéticos (entre ellas las fórmulas para bebes, leches en polvo etc.).
Las presiones llegaron incluso a tornarse amenazas de sanciones comerciales a los países que adoptaran esta resolución. Ahora la explicación de EEUU es que ellos “si apoyan la lactancia materna, pero no creen que se les debe negar el derecho a las mujeres de acceso a la leche de fórmula”.
La primer victima u objetivo fue Ecuador país al que de manera directa se le condicionó a no adoptar la resolución o de lo contrario Washington castigaría comercialmente y retiraría la ayuda militar, estas confrontaciones fueron relatadas directamente por participantes de distintas naciones pero en anonimato por las posibles represalias por parte de EEUU, este temor lo asumieron también otras naciones principalmente de África y Latinoamérica lo cual dejo asombrados y tristes a los activistas británicos.
Está claro que la fuerza de la publicidad genera expectativas tendenciosas en el sentido deseado en las personas y es el caso del uso de fórmulas lácteas para alimentar a bebes que poco a poco van haciendo creer que es fácil y mejor para alimentar a sus bebes.
La lactancia materna se abandona fácilmente por muchísimos mitos y creencias erróneas y de allí la combinación perfecta para iniciar de manera tardía el seno materno, no hacerlo exclusivo y por lo tanto también disminuir la duración de su uso.
Está perfectamente demostrado el impacto en la salud de una lactancia materna universal con la reducción de 800 mil muertes infantiles al año en todo el mundo y gran ahorro de millones de dólares al reducir los costos de atención a la salud. Sin embargo se trata de un negocio muy lucrativo que al parecer traspasa los valores, la ética y la evidencia científica.
“Muchas mujeres no pueden amamantar y deben ser apoyadas con información y acceso a alternativas” es lo que dicen para defender las formulas infantiles.
Sin embargo la OMS señala en su página claramente que “Prácticamente todas las madres pueden amamantar si disponen de información precisa y del apoyo de sus familias, del sistema de salud y de la sociedad en general”.
¿Entonces qué es lo que pasa?… La fuerza de la publicidad está totalmente desequilibrada. El poder económico se carga a la difusión y uso de la fórmula artificial, mientras que la difusión de la información que apoya el alimento al seno materno es mínima, equivocada en muchas ocasiones y llena de mitos que condicionan su abandono.
Por lo tanto, las madres no cuentan con la información precisa, apoyo correcto de sus familias ni del sistema de salud, adoptando fácilmente la formula artificial. La desinformación llega a tal grado que es una realidad que en muchos hospitales públicos y privados dan un primer alimento con fórmula a todos los recién nacidos apenas ingresen al cunero donde se supone solo les deberían realizar cuidados esenciales, impactando directamente en los siguientes intentos de alimentación al seno materno.
El problema por lo tanto no es que unas pocas mujeres no puedan verdaderamente amamantar a sus bebes las cuales sin problema encontrarían una fórmula láctea para resolver esta situación.
El problema real es que muchas mujeres crean no poder amamantar y también recurren fácilmente a la sustitución con leches en polvo. Esta es la verdadera importancia del desequilibrio en la información que le llega a las personas.
En México la gran mayoría de los profesionales de salud (enfermeras, médicos y especialistas) no está capacitado para resolver y aconsejar sobre dificultades y mitos de lactancia y sin embargo todos conocerán al menos una marca de leche en polvo que pueden recomendar, ¿qué podemos esperar de las mujeres y sus familias?
Con ideas generalizadas de miedo y dudas sobre creer que su leche no es suficiente, que él bebe no se llena, que lo está matando de hambre… simplemente un gran desequilibrio en la información y educación, esa es la fuerza de la publicidad de la industria.
Ojalá que los nuevos gobiernos encuentren la forma de no ser seducidos por los intereses puramente económicos.
Por José Octavio Zavala Soto
APROLAM – Lactancia Materna (PDF)
http://www.chicagotribune.com/sns-bc-amn-gen-eeuu-lactancia-20180709-story.html
https://www.nytimes.com/es/2018/07/10/lactancia-leche-materna
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